lunes, 2 de febrero de 2015

El día de la marmota


Leyendo el título de esta entrada seguro que te viene a la mente la divertida película de Bill Murray "Atrapado en el tiempo". Pero lo cierto es que el día de la marmota es una tradición auténtica que se celebra cada año tal día como hoy, el 2 de febrero.

En mi caso, "el día de la marmota" es la expresión que suelo utilizar cuando se sucede algún hecho recurrente, o cuando tengo esa extraña sensación de que algo ya lo he vivido (lo que otros llamarían "déjà vu" pero que yo nunca sé cómo pronunciar).

Volviendo al tema, tradicionalmente los granjeros norteamericanos observaban el comportamiento de las marmotas para tratar de predecir el final del invierno, a saber: si la marmota salía de la madriguera y "veía su sombra", esto es, el día era soleado, probablemente se daría la vuelta y entraría de nuevo en la madriguera. Esto significaba que quedaban seis semanas más de invierno. Si, por el contrario, el día era nublado y no había sombra, el invierno tocaba a su fin.

El método parece un tanto rebuscado. A mi parecer, si solo depende de que el día sea soleado o nublado, sobra marmota y todo bicho viviente. Pero ya sabemos que a los americanos les encanta mantener las costumbres más peculiares.

Esta tradición folclórica y toda su parafernalia se repite en múltiples poblaciones de EEUU y Canadá, aunque quizá la mas famosa sea la del pueblo impronunciable de Punxsutawney, Pensilvania, donde además se desarrollaba la propia película "Atrapado en el tiempo". Allí, la marmota Phil es la protagonista absoluta cada 2 de febrero.

Y por cierto, la predicción de este año 2015 dice que aún nos quedan seis semanas más de invierno. Aunque por otras latitudes del país ya estamos disfrutando de un tiempo primaveral.

¡Feliz día de la marmota!

sábado, 24 de enero de 2015

¡La leche!

Esta es la pinta que tiene la leche que se compra en España:



Y así es comercializa la leche en Estados Unidos:



El recipiente típico es el "galón", cuyo nombre proviene de su volumen: 1 galón = 3,78 litros. También se venden botellas de 1/2 galón, aunque son menos populares.
Los envases son de plástico y llevan un asa integrada en el cuerpo de la botella. El diseño apenas varía de una marca a otra, parece algo que se ha ido estandarizando con el paso del tiempo.

En realidad este formato de botella o garrafa de 1 galón también se utiliza para envasar agua mineral, zumos y otros líquidos.

Los bricks o envases de cartón son minoritarios y quedan relegados a algunas marcas de leche orgánica  y productos como leche sin lactosa o leches vegetales. Suelen ser de 1/2 galon = 1,89 litros. Este tipo de envases se utiliza más en el caso de zumos, caldos y cremas precocinadas, etc.

Se comercializan 4 tipos diferentes de leche atendiendo a su contenido en grasa:
  • Nonfat: leche desnatada, que puede tener un contenido en grasa de hasta el 0,5%.
  • 1% o Low fat: leche semidesnatada con un 1% de grasa.
  • 2% o Reduced fat: leche semidesnatada con un 2% de grasa.
  • Whole milk: leche entera, que cuenta con un 3,25% de grasa.

El precio del galón de leche convencional oscila entre los $2 y $3. La leche orgánica cuesta aproximadamente el doble, entre $5 y $6 por galón. A pesar de su precio, la leche orgánica se esta convirtiendo en una opción muy popular en EEUU. Precisamente hace poco, haciendo la compra en el supermercado, pude ver un cartel donde explicaban que la escasez temporal de leche orgánica en sus estanterías se debía a un aumento de la demanda a nivel nacional.

A diferencia de lo que ocurre en España, la mayor parte de la leche que se consume en EEUU es simplemente pasteurizada (HTST) en lugar de ultrapasteurizada (UHT). Eso significa que tiene una vida más corta y siempre tiene que estar refrigerada. De hecho, en el supermercado solo la encontraremos en cámaras o góndolas frigoríficas.

Ignoro cual es el motivo por el que la industria lechera prefiere la pasteurización simple a la ultrapasteurización. Por lo que he observado personalmente podría tratarse de una mera cuestión cultural. En varias ocasiones he escuchado que los americanos simplemente no confían en los productos lácteos sin refrigerar. Esto tiene sentido, ya que incluso la poca leche UHT que se vende se encuentra ubicada en la sección de refrigerados. Jamás la encontraremos en estanterías a temperatura ambiente, aunque en realidad no necesite frío.